No
hay esperanzas en un país dividido y lleno de odio.
No
hay esperanzas en un país donde mueren 40
venezolanos diariamente en manos del hampa.
No
hay esperanzas en un país donde lo que más se exporta son cerebros.
No
hay esperanzas en un país donde no se reconoce el pasado y se pretende cambiar
la historia.
No
hay esperanzas en un país donde se perdió el espíritu de seguir luchando por la
libertad.
No
hay esperanzas en un país donde decir la verdad está mal visto.
No
hay esperanzas en un país donde se ha legalizado la anarquía y el desorden.
No
hay esperanzas en un país donde para el gobierno son prioridad los
‘’camaradas’’ extranjeros por encima del futuro de la nación.
No
hay esperanzas donde los tres principales ‘’dones’’ del gobierno son
cursilería, ignorancia y prepotencia.