El hombre fue
creado con la facultad de pensar, y con la capacidad dar su punto de vista de
acuerdo a su razonamiento. Esto ha llevado de por si a crear esquinas o aristas
dentro de cada temática que el pensamiento humano se ha aventurado a explorar:
Un bando político, el favoritismo a un equipo, en otras palabras una decisión
que de por si llega a ser contraria a la opinión de otra persona, debido a que
ningún hombre piensa igual a otro, cada individuo es un ser único e irrepetible.
Este posicionamiento ideológico es
característico de cada ser humano, pero cuando se lleva o se vuelve una
ideología radical se nos presenta el fenómeno de la Polarización. Primero que
nada hay que decir que tener opiniones contrarias no es un mal, más bien, esto
lleva a una mejora de la sociedad, por la simple razón de que opiniones
contrarias se podrían tomar como caminos distintos, y cuando tienes caminos
distintos pero con una misma meta hace que se conozca de mejor forma el mapa
que nos lleva al lugar donde queremos. Se trata de revisar opciones que tenemos
enfrente, pero sobre las que no hemos necesariamente reflexionado.
La problemática se produce cuando el
hombre considera que el camino que tomó es infalible, único y cierto, sin
querer tomar en cuenta las opiniones contrarias. Esta intolerancia pone en
peligro su integridad y la de sus semejantes. Rompe la convivencia, deteriora
las bases de la sociedad, interrumpe el progreso y condena al individuo en su
egoísmo.
En Venezuela, actualmente existe una
polarización radicalizada en el ámbito social. Hay una separación profunda
entre muchos ricos y pobres, siendo un porcentaje de los ricos y aquellos que
pertenecen a la clase media, un grupo con aspiraciones exclusivamente
materiales y poco pertinentes a lo social. A su vez muchos de los pobres han
producido un sentimiento de rechazo a las personas que teniendo las
posibilidades de ayudarlos han sido indiferentes en su deber.
Esta discordia fue aprovechada por un
movimiento político para ganar las elecciones presidenciales de 1998, una vez
en el poder se produjo un cambio de élite en el país, que utilizó la
desigualdad social para fundamentar una radical división política, que germinó
en divisiones familiares y en conflictos sociales.
Estos conflictos políticos expresados en
la sociedad, han dañado severamente la
mentalidad colectiva otorgando unos argumentos, que no son sino falacias
otorgadas por dirigentes políticos a sus
seguidores y difundidas por los medios de comunicación.
La población venezolana se ha
establecido en tres niveles, cada uno determinado por la información que poseen
sobre la problemática. Se pueden ver los ignorantes del tópico, gente que no
tiene conocimiento del mismo, por cualquier motivo, ya sea falta de incentivos
o mala educación por parte de los padres, entre otros.
Este grupo específico es el que agrava
la situación, en todas las aristas posibles. Por ejemplo, el pueblo que decide
sus gobernantes pero no sabe leer o escribir y aun así esa población
desinformada tiene el mismo voto que una persona bien documentada.
Están los indiferentes, quienes conocen
que existe la problemática pero no la tratan, ya sea por desinterés o falta de conocimiento acerca de la gravedad
de la situación, debido a que les parece una situación que no vale la pena
conocer, y al contrario, tiene que estar consciente de ella para poder
evitarla.
Por último, están los proactivos,
quienes conocen, tratan, profundizan la
problemática y la expanden cada vez que tienen oportunidad. Tristemente este
tipo de nivel es el que menos personas tienes, debido a varios factores; la
falta de creencia en los órganos gubernamentales, falta de educación y carencia
de estudios filosóficos y metodológicos.
La población se ha vuelto conformista y
voltea la cabeza pensando como acomodarse a la situación en vez de afrontarla.
Algunos efectos que ha producido esta polarización son: el desconocimiento de
las realidades sociales, un miembro común de la clase media o de la clase alta
no conoce la realidad en la que viven los miembros de la clase baja.
La polarización ha incrementado el
afianzamiento de los prejuicios entre los venezolanos. Los ciudadanos no se
consideran conciudadanos. Y aquellos que tienen la capacidad de generar
cambios, no lo hacen. Prefieren invertir en un paraíso imaginario en el
exterior en vez de construir un municipio mejor en donde tienen su sitio de
trabajo.
Ante éste panorama, distintas soluciones
pueden producirse a través de la reflexión: primeramente aquellos que poseen
una educación deben formarse y poner a producir esos talentos en favor de una
mejora de su realidad.
El primer paso de encuentro lo deben dar
las clases sociales altas. Nobleza obliga, éstos tienen la capacidad y las
oportunidades para comportarse como hombres virtuosos. Bolívar sentenciaba:
“Hombres virtuosos constituyen la república”. Siendo la caridad la principal de
ellas, más que tolerar, hemos de querer.
Paper#2.
Autores: Daniel Núñez – Vicente Scionti - Daniel Díaz - Tomás Bello - Josemaría
Peña
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